Después de la selección y vendimia manual de los racimos en la viña, la uva se traslada a la bodega en cajas de 18 kilos, en un periodo no superior a dos horas desde el corte del racimo.
En la bodega, la uva se desgrana utilizando únicamente los granos con la maduración óptima. Primero manualmente y después con la seleccionadora automática.
Como particularidad, nuestros granos llegan enteros, sin estrujar, al depósito de acero inoxidable con control de temperatura. Allí estarán macerando y fermentando entre 18 y 22 días. En este proceso, no se superan nunca los 25ºC.
La segunda fermentación se hace también en despósitos de acero inoxidable.
Entre los meses de abril y mayo, el vino se almacena en barricas de roble francés y americano para su madurez final.
El vino permanecerá en las barricas de 6 a 18 meses, dependiendo del producto a obtener: Roble o Crianza.
Al finalizar este periodo se trasiegan las barricas, el vino se clarifica, se filtra y se embotella. Así permanecerá un mínimo de 6 meses antes de salir al mercado.
